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Nuevo estudio encuentra relación entre la exposición a la contaminación del aire y la mortalidad por COVID-10 en América Latina

Los investigadores Jorge Bonilla (REES-EfD Colombia), Alejandro Lopez Feldman, Paula Pereda, Nathaly M.Rivera, J.Critobal Ruiz-Tagle recientemente desarrollaron un estudio en el que buscaban responder la siguiente pregunta: ¿existe relación entre la exposición prolongada a la contaminación del aire y la mortalidad por COVID-19 en América Latina?

La contaminación del aire se ha convertido en el mayor peligro ambiental en América Latina, una región que también se ha visto gravemente afectada por la pandemia. De hecho, América Latina experimentó una de las tasas de mortalidad por COVID-19 más altas del mundo. Mientras que la población total de América Latina representa solo el 8.4 por ciento de la población mundial, el número total de muertes por COVID-19 es de aproximadamente 1.3 millones, equivalente a casi el 30 por ciento de las muertes en todo el mundo.

Teniendo esto en mente, los autores se preguntaron: ¿es la exposición prolongada a niveles nocivos de contaminación del aire un factor adicional que alimenta esta crisis? Los autores exploraron esta pregunta estudiando el caso de Brasil, Chile, Colombia y México, países con las tasas de mortalidad por COVID-19 más altas de la región. Para esto combinaron datos satelitales a nivel municipal de concentraciones promedio de PM2.5 del período 2000-2018 con estadísticas oficiales sobre muertes confirmadas por COVID-19 durante 2020. También se consideraron características socioeconómicas y de salud, así como posibles elementos no observables que pueden actuar como factores de confusión.

Los resultados muestran un vínculo positivo y significativo entre la exposición a PM2.5 a largo plazo y la mortalidad por COVID-19. Se encontró que la unidad adicional de contaminación PM2.5 está asociada con un aumento del 2.7 por ciento en el riesgo de morir por COVID-19 en los municipios de las áreas metropolitanas. Un análisis más detallado muestra que esto es válido sólo para las áreas metropolitanas que exceden las pautas de calidad del aire de la OMS, lo que sugiere que los efectos adversos para la salud de la exposición a PM2.5 en la mortalidad por COVID-19 se concentran en áreas urbanas históricamente expuestas a altos niveles de contaminación.

Estos hallazgos son relevantes para informar la política ambiental y de salud pública en la región. Por ejemplo, los resultados sugieren que la canalización de recursos y capacidad de atención médica adicionales a las áreas más contaminadas podría mitigar algunos de los efectos mortales del COVID-19.

Es posible consultar el working paper aquí.